En esta tribuna, que ya adelantamos en nuestro blog, se plantea si es el momento de establecer criterios éticos sólidos para la Inteligencia Artificial.
Destacamos algunas de las reflexiones que se hacen en este tribuna:
La infinita complejidad de un sistema de valores humanos hace que la Inteligencia Artificial no encuentre motivaciones amigables en formas de proceder humanas. No obstante, es la ética la que sostiene la mayoría de organizaciones. El común entender y la aceptación de nuestros esquemas culturales, implica el funcionamiento de complejos recovecos y motivaciones de la psique humana. Al incorporar la Inteligencia Artificial a los procesos de de las organizaciones, es importante dotar a esta nueva tecnología de valores y principios. Y, dentro de las organizaciones, son los desarrolladores de esta tecnología las personas que realmente han de trabajar siendo conscientes de las implicaciones morales y éticas que conlleva su trabajo.
Roboética: principios para el siglo XXI
Son estándares morales dirigidos a humanos, a los creadores de tecnología. Los principios son los siguientes:
- Se debe asegurar que la IA está centrada en el ser humano.
- Se debe prestar atención a los grupos vulnerables, como los menores de edad o las personas con discapacidades.
- Debe respetar los derechos fundamentales y la regulación aplicable.
- Debe ser técnicamente robusta y fiable.
- Debe funcionar con transparencia.
- No debe restringir la libertad humana.