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Martes, 26 Mayo 2020 08:00

La digitalización, una vacuna para las empresas

La actual crisis que estamos viviendo en España con motivo del coronavirus está impactando de lleno en la economía a nivel mundial. De hecho, según diferentes organismos oficiales la economía crecerá la mitad de lo previsto. La clave estará en las medidas tomadas por los gobiernos y en la capacidad de las empresas para adaptarse a este nuevo contexto.

Por Miguel Ángel Barrio, Head of Entelgy Digital

Algunas no serán capaces de sobrevivir, esperemos que sean las menos, pero muchas superarán la crisis económica esperada e incluso algunas aprovecharán el momento de cambio y transformación para mejorar y salir reforzadas de una situación crítica. Lo que está claro es que la digitalización será clave en todos los posibles escenarios.

Y es que España no estaba preparada. Se trata de un contexto absolutamente inaudito y aunque muchas empresas ya contaban con muchos procesos digitalizados e incluso disponían de la posibilidad de trabajar desde casa habitualmente, la inmensa mayoría del tejido empresarial español no estaba capacitado, ni tecnológicamente, ni a nivel de gestión, ni operativamente para una situación así.

No obstante, esto no deja de ser una gran oportunidad para que las compañías avancen en transformación digital. En el caso de las empresas que ya habían comenzado este proceso porque están siendo testigos en primera persona de los beneficios de esta transformación. Por otro lado, aquellas organizaciones que no tenían ese grado de madurez digital sufrirán un gran impacto que les hará replantearse sus procesos en el futuro.

Esto se debe al papel fundamental de la tecnología durante este estado de alarma. Las herramientas digitales se han convertido en facilitadores de todos los procesos. En el estado de confinamiento en el que nos encontramos, se necesita presencia virtual, no física y eso sólo es posible gracias a la tecnología. Poder ejecutar procesos de negocio en remoto y sin presencia humana sólo es posible con la digitalización y robotización de dichos procedimientos y eso también es tecnología.

De hecho, muchas empresas están reinventando su modelo productivo en tiempo récord cambiando modelos de manufactura para fabricar respiradores, la industria textil está adaptando su producción para la composición de batas sanitarias y mascarillas, y otras compañías están dejando producciones propias para pasar a la destilación de hidrogeles y tantos otros ejemplos, todos ellos posibles, gracias de nuevo a la tecnología. Además no podemos dejar de mencionar las herramientas digitales que se están utilizando para encontrar en el menor tiempo posible la vacuna contra el COVID-19 como son el big data y la inteligencia artificial.

Pero, ¿qué pasará cuando esto termine? Porque esto acabará y poco a poco todas las empresas deberán volver a la tan añorada normalidad. Según la mayoría de analistas, es muy probable que esta crisis nos cambie y si nos transforma como personas, como ciudadanos, como usuarios, como clientes, evidentemente nos impactará como trabajadores, como gestores, como directivos y como empresarios.

Cuando finalice la situación de alarma, muchas empresas se replantearán sus procesos de cara a optimizarlos y digitalizarlos, o incluso querrán cambiar su modelo de negocio ya que se habrá demostrado que muchos procedimientos pueden hacerse digitalmente. Desde el ya establecido comercio electrónico, pasando por tramitaciones y gestiones remotas en el sector servicios y administración pública, habilitando procesos como teleperitaciones en el sector asegurador, o recibiendo soporte de bots programados con inteligencia artificial en los contextos de atención al cliente.

Por otro lado, aquellas empresas que ya están altamente digitalizadas saldrán muy reforzadas de esta crisis, por dos razones. La primera, porque al final de la crisis es muy probable que hayan podido reducir el impacto negativo sufrido. La digitalización de sus procesos les habrá permitido desarrollar su actividad al mismo tiempo que han logrado una mayor eficiencia en sus operaciones. En segundo lugar, porque después de enfrentarse a esta prueba y superarla con éxito podrán acelerar la digitalización y fomentar la mayor involucración cultural de sus equipos en el proceso de transformación, lo que será un factor diferencial para avanzar y reforzar su posición competitiva.

También la cultura empresarial se replanteará en términos de transformación digital, es decir, de mayor operación remota, de uso intensivo del teletrabajo, de automatización y robotización respondiendo a la demanda de un mundo más digital.

Pero, desde mi punto de vista, aunque estos cambios se van a ver acelerados por la crisis, esta transformación digital profunda era algo pendiente de abrazar con convencimiento y compromiso empresarial en todos los sectores. El mundo está cambiando, muchas organizaciones ya estaban inmersas en su proceso de transformación y ahora, sin más demora, se convertirá en una tendencia y necesidad global para todas las empresas y sectores.

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