A día de hoy, el imparable avance tecnológico está también cambiando el paradigma del talento. Los profesionales TI, de hecho, llevan años siendo los primeros puestos entre los perfiles más demandados por las empresas, y la tendencia apunta a que será así durante las próximas décadas.
La prestigiosa revista Ejecutivos quiso contar con la experta opinión de Marta Gallardo, Directora Corporativa de Personas de Entelgy, para publicar un artículo donde ahonda en la excelencia de nuestra empresa en captación y retención del talento: “La marca empleadora, el intangible más valioso en las empresas de la era digital”.
Tal y como afirma Marta Gallardo, la cultura Genuine de Entelgy es diferencial: “Nuestro talento es la clave para conseguir los objetivos de nuestro negocio y lo tenemos claro, por eso seguimos invirtiendo y avanzando en nuestras estrategias de atracción y fidelización. Y hemos creado políticas ambiciosas de formación y desarrollo, de flexibilidad y conciliación, programas de salud y bienestar, beneficios flexibles a la carta, como principales prioridades, porque nuestros profesionales son lo primero y queremos que estén felices”.
A día de hoy, las empresas deben ser conscientes de que una marca empleadora fuerte es fundamental para generar atracción y retención del talento, piedra angular para conseguir cualquier objetivo de negocio planteado. Por tanto, la fidelización de este talento mejora los datos de eficiencia y trabajo, así como, en definitiva, los resultados que ofrece una empresa. “En Entelgy acabamos de cumplir 20 años en el sector y nuestro triunfo está en que somos un empresa basada en las personas y el talento, eso es lo que nos hace ser “Genuine” a las más de 1.800 personas que conformamos la empresa”, afirma Marta Gallardo.
Para que la gestión del talento sea un éxito, las empresas deben fidelizar armoniosamente el talento de sus equipos, teniendo siempre presente que las personas tenderán a estar donde se sientan bien y donde puedan realizar mejor sus ilusiones y ambiciones profesionales y personales. Todo ello no puede llevarse a cabo sin una cultura corporativa positiva que apoye el crecimiento personal y que crea en el reconocimiento profesional, una cultura que permita complementar y sumar nuevo talento para que esta fortaleza sea cada vez más crucial y diferencial, y así poder aportar cada vez más un mayor y mejor valor a nuestros clientes.