Por Marta Gallardo, directora corporativa de People de Entelgy
Publicado en Ejecutivos
La atracción y retención de talento es un desafío común al que se enfrentan las empresas y los países para encontrar y retener profesionales altamente cualificados. Este problema es aún más remarcable en el campo de las tecnologías de la información. Los profesionales TI ocupan desde hace años los primeros puestos entre los perfiles más demandados por las empresas, sobre todo en un momento en el que la digitalización es un fenómeno imparable. Tanto es así que según la última Encuesta Global de Tendencias Tecnológicas de Equinix, casi dos tercios (64%) de los responsables de la toma de decisiones de TI en España creen que la escasez de personal con habilidades de TI es una de las principales amenazas para su negocio.
Este fenómeno se atribuye a varias causas. La principal de ellas, el rápido avance tecnológico que ha generado una demanda de profesionales no solo entre empresas tecnológicas sino también entre otras industrias como banca, salud o energía, quienes compiten por estos profesionales cualificados. En otros casos, la oferta educativa no se ajusta a las demandas del mercado, sin olvidar que la movilidad global y mejores oportunidades laborales llevan a muchos profesionales a emigrar a otros países.
Esta realidad hace que aumente el foco en los profesionales como stakeholders y sea necesario realizar una aproximación cada vez más sofisticada en la elaboración de una estrategia de RR.HH. y talento que mejore la experiencia del empleado y la potencie tanto externamente como internamente a través de sus canales de comunicación, así como en su día a día con su cultura corporativa.
Los profesionales de TI no buscan solo una estabilidad económica, valoran nuevos retos y experiencias, demandan factores como las oportunidades de crecimiento, algo a lo que podemos hacer frente las empresas mediante programas de capacitación y de desarrollo profesional así como la participación en proyectos desafiantes.
Aunque, sin duda, una de las principales demandas tras la era covid es encontrar un mejor balance de trabajo y vida personal. La flexibilidad y el mejorar los horarios de trabajo pueden ayudar a conseguir este objetivo. Sin olvidar el teletrabajo, un modelo laboral que ha venido para quedarse y que cada vez tiene más peso en la satisfacción del empleado. Es más, según un estudio realizado por la compañía de espacios de coworking, IWG, el 83% de responsables de Recursos Humanos de las empresas españolas considera que el trabajo híbrido atrae más talentos y según la encuesta realizada por Infojobs, casi un 40% de los trabajadores afirma que lo que más valora de un trabajo es la flexibilidad.
En nuestro caso siempre hemos tenido la creencia de que el éxito de nuestra organización sólo es posible si conseguimos atraer, mantener y vincular al mejor equipo de profesionales. Por ello las empresas han de implementar estrategias de Employer Branding, donde una vez más, el centro son las personas. Nuestro talento es la clave para conseguir los objetivos de nuestro negocio y lo tenemos claro, por eso seguimos invirtiendo y avanzando en nuestras estrategias de atracción y fidelización. Y hemos creado políticas ambiciosas de formación y desarrollo, de flexibilidad y conciliación, programas de salud y bienestar, beneficios flexibles a la carta, como principales prioridades, porque nuestros profesionales son lo primero y queremos que estén felices.
Las empresas deben entender que una marca empleadora poderosa es clave para la atracción y vinculación de las personas, lo que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos de negocio. Fidelizar el talento aporta valor extra a las empresas y permite conseguir una ventaja frente a la competencia. No solo eso, sino que tener profesionales satisfechos fortalece la Cultura Corporativa, mejora la eficiencia y el rendimiento y los resultados de la empresa. En Entelgy acabamos de cumplir 20 años en el sector y nuestro triunfo está en que somos un empresa basada en las personas y el talento, eso es lo que nos hace ser “Genuine” a las más de 2.000 personas que conformamos la empresa.
En definitiva, para que la gestión del talento sea un éxito, las empresas deben fidelizar armoniosamente el talento de sus equipos, teniendo siempre presente que las personas tenderán a estar donde se sientan bien y donde puedan realizar mejor sus ilusiones y ambiciones profesionales y personales. Para ello, es imprescindible contar con una cultura corporativa positiva que apoye el crecimiento personal y que crea en el reconocimiento profesional, una cultura que permita complementar y sumar nuevo talento para que esta fortaleza sea cada vez más crucial y diferencial, y así poder aportar cada vez más un mayor y mejor valor a nuestros clientes.