Por Fernando Naranjo

La nube ofrece una flexibilidad sin precedentes. Por ello, la adopción de infraestructuras cloud se ha convertido en una práctica común por parte de las empresas, siendo la banca, el comercio minorista y las telecomunicaciones los sectores con mayor consumo en cloud pública en 2023 -un 26% del valor total del mercado-, tal y como afirma el estudio publicado por IDC en su ‘Guía de Gasto Mundial en Software y Servicios de Nube Pública’.

Sin embargo, este crecimiento no está exento de desafíos, especialmente en lo que respecta a los costes asociados. Tanto es así que se estima que el gasto en servicios de cloud pública en Europa sea de 142.000 millones de dólares en 2023, según el mismo estudio.

La nube es un activo financiero que debe administrarse de forma estratégica, por ello las organizaciones buscan maximizar el rendimiento de sus recursos en la nube. Para lograrlo implementan prácticas como la monitorización, optimización y resizing que controla el consumo de cloud de los diferentes elementos contratados y optimiza los elementos de la infraestructura, identifica las opciones de ahorro, y se ajustan para tener un menor consumo.

Otro de los principales modelos es el multicloud, que aprovecha las distintas ofertas de los proveedores de cloud para migrar las cargas de uno a otro en función de los ahorros que podemos obtener en cada caso.

Sin embargo, hay una tendencia que se está extendiendo entre las empresas en los últimos meses. Se trata de FinOps, un modelo que propone combinar la gestión de las operaciones en cloud con la gestión financiera para garantizar la utilización óptima y eficiente de los recursos TI y reducir su desperdicio.

Varias aproximaciones al mundo FinOps

Existen varias aproximaciones al concepto de FinOps, pero el más reconocido es el acuñado por FinOps Foundation, entidad que recoge no solamente un modelo y un framework, sino también empresas asociadas y un completo programa de certificaciones reconocidas internacionalmente.

Este modelo cuenta con un equipo multidisciplinar que necesita colaborar y asumir la responsabilidad de su uso en la nube y está desarrollado en tres fases. Además, se trata de un modelo de madurez que incluye todos los ámbitos tecnológicos de los entornos cloud y que cuenta con una serie de capacidades que representan áreas funcionales de actividad en apoyo de su correspondiente dominio FinOps, tales como Cost Allocation, Budget Management, Data Ingestion o medición de unidades de coste.

FinOps requiere un proceso de gestión del cambio para su implantación y consolidación. Existen ya herramientas que ayudan en algunos ámbitos del modelo como AWS Cost Explorer y AWS Cost and Usage Report. Sin embargo, la adaptación del modelo necesita además una estructura organizativa colaborativa entre distintas áreas técnicas de negocio y financieras, una Oficina FinOps y, sobre todo, un liderazgo que impulse el necesario cambio cultural para obtener un nivel elevado de madurez.

La optimización del cloud es esencial para cualquier organización que busque prosperar en la economía digital actual. A través de técnicas novedosas como el FinOps, no solo se reducen costes, sino que se mejora la eficiencia, la seguridad, la escalabilidad y la sostenibilidad de las operaciones tecnológicas. Se trata de un camino hacia la excelencia tecnológica y un elemento clave en la estrategia de cualquier empresa que busque liderar en la era digital.

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