Por Amador Sobrino, Director de Negocio de Seguros de Entelgy
En la actualidad, esta situación se ve agravada por el incremento y frecuencia en la publicación de normativas y los procedimientos operativos, generando una carga significativa para las empresas aseguradoras, que se ven obligadas a invertir recursos en la actualización de sus sistemas y la formación de su personal. Esto puede traducirse en pérdidas de negocio, aumento de costes, necesidad de perfiles más experimentados y un consumo excesivo de los equipos de soporte.
A esto se le suma la demanda cada vez mayor de los clientes por una atención rápida y eficiente. En una sociedad acostumbrada a la inmediatez, los clientes esperan que sus dudas y problemas sean resueltos de manera instantánea y sin complicaciones. Esto genera una presión adicional sobre los equipos de soporte, que a menudo se ven sobrecargados de trabajo y con un nivel de estrés elevado.
Para afrontar estos desafíos, el sector asegurador necesita transformar su enfoque de soporte. La tecnología puede ser un aliado fundamental en este proceso, proporcionando herramientas que permitan automatizar tareas repetitivas, mejorar la eficiencia de los procesos y ofrecer una experiencia de cliente más satisfactoria. Según un estudio de Research Dive, el mercado mundial insurtech experimentará un crecimiento anual del 29,1% hasta 2028 y generará un volumen de negocio cerca de 58 millones de dólares, lo que demuestra que la transformación digital está también a la orden del día en el sector asegurador.
Entre los principales motores de este crecimiento se encuentra la Inteligencia Artificial, que permitirá a las aseguradoras desarrollar soluciones basadas en el comportamiento específico de cada cliente, atendiendo a sus necesidades y deseos. Además, el aprendizaje automático mejorará con el tiempo el conocimiento de cada cliente y permitirá construir un perfil muy detallado de cada uno de ellos.
Y es en este contexto donde las empresas pueden ofrecer soluciones innovadoras que abordan directamente las necesidades de los usuarios. A través de herramientas como Smart Help, un asistente virtual basado en tecnología de detección de contexto, las empresas aseguradoras pueden automatizar la gestión de consultas y solicitudes de los usuarios. De esta forma se transforma el modelo de soporte, llevando a un formato de autoservicio, guiado de procesos y aplicaciones, y acercando toda la información relevante para el contexto de la operativa deseada, como reglas de negocio, aplicación de circulares, información corporativa o comparativa con años anteriores a los usuarios de negocio en el momento que lo necesitan.
Todo ello permite dotar a las personas de un apoyo 360º, lo que contribuye a reducir el tiempo para ejecutar las contrataciones y mitigar los riesgos de fallos en la operativa a la vez que se posibilita que los perfiles puedan tener menos experiencia y evitando el impacto negativo del estrés tanto en las personas como en el negocio.
La transformación digital no es solo una opción, sino una necesidad imperiosa para que el sector asegurador siga siendo relevante en un mundo en constante cambio. Aquellas compañías que logren abrazar la transformación digital y aprovechar todo su potencial estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del presente y navegar hacia un futuro donde la seguridad, la eficiencia y la satisfacción del cliente sean los pilares fundamentales del éxito.