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Lunes, 09 Septiembre 2019 12:50

Varios medios se hacen eco de nuestros consejos para proteger la información de los menores en la red

Los centros educativos incluyen cada vez más tecnologías que facilitan la enseñanza y el aprendizaje. Estos nuevos recursos, si bien son de enorme utilidad, implican una serie de riesgos si no se adoptan las necesarias precauciones para salvaguardar los datos personales de los estudiantes. La aparición durante las últimas semanas de diferentes apps con políticas de privacidad poco definidas, han vuelto a poner en el debate social la preocupación sobre la presencia de los menores en Internet.

Con la llegada de septiembre se acaban las vacaciones y los jóvenes españoles comienzan a incorporarse de nuevo a las clases. Hoy en día podemos decir que todos ellos están caracterizados por ser nativos digitales, ya que han nacido en el período de mayor expansión y crecimiento de las nuevas tecnologías. Recordemos que los primeros smartphone aparecieron a finales de la pasada década.

Estas nuevas herramientas son cada vez más usadas dentro de los centros escolares para facilitar la enseñanza y aprendizaje de las guías docentes. Evidentemente, su utilidad es indiscutible por diversas razones siendo una de las más importantes el ofrecer una educación de calidad adaptada a la sociedad actual que permita la interacción con profesores y alumnos de todo el mundo de manera sencilla.

Sin embargo, el uso tan extendido de estos recursos digitales trae consigo un debate cada vez más actual: la seguridad y la privacidad en la red de los menores de edad. Por este motivo, se hace necesario establecer una serie de recomendaciones para proteger la seguridad de los menores. Nuestra compañera Laura Burillo, experta en protección de datos de Entelgy Innotec Security, compañía especializada en ciberseguridad, destaca los pasos que deberíamos seguir en el ámbito educativo:

  • Utilizar solo aplicaciones que ofrezcan información claramente definida sobre el tratamiento que harán de los datos, dónde estarán ubicados y por cuánto tiempo, su finalidad, sus responsables y las garantías de seguridad.
  • Los profesores deben formarse y actualizarse sobre las aplicaciones, además de estar autorizados por el centro docente para su uso.
  • Los centros educativos deberán evaluar la seguridad de la aplicación y, partiendo de ello, autorizar o denegar su utilización.
  • Los centros deben informar a los padres, madres o tutores de qué tecnologías y aplicaciones se usan en las aulas, así como su funcionalidad. De igual modo, estas deberán permitir el control, por parte de los tutores o profesores, de los contenidos que suben, especialmente los multimedia.
  • Evitar incluir datos personales sensibles en los sistemas de almacenamiento en la nube (cloud computing).
  • Establecer programas formativos de concienciación, que impliquen a profesores y alumnos, sobre seguridad y protección de datos.

Los peligros de Internet

El ciberacoso, el acceso a pornografía a edades tempranas (según una investigación de la Universitat de les Illes Balears, los jóvenes españoles comienzan a acceder a contenidos pornográficos a los ocho años), adoctrinamiento terrorista, la influencia a conductas obsesivas como la anorexia, la sextorsión… Estos y muchos otros son los peligros a los que están expuestos los menores una vez comienzan a tener presencia en Internet. Sin olvidarnos, por supuesto, del peligro de comprometer su privacidad descargando aplicaciones cuyas políticas de protección de datos son opacas, como el caso reciente de “FaceApp”, y “Zao”.

Por otro lado, es evidente que los menores de edad también deben disfrutar de su derecho a la intimidad y los padres no deben actuar como “espías”, pero sí hacerlo con coherencia acorde a su rango de edad y madurez. “Durante edades más tempranas sería recomendable activar un control parental más estricto a través, por ejemplo, del uso de herramientas informáticas, limitar el acceso a la webcam y los contenidos de tipo violento y sexual”, aconseja Burillo, quien añade que, conforme el joven vaya creciendo, habrá que ir otorgando de forma paulatina más autonomía (al igual que en el mundo no digital).

¿Cuál es la edad legal en España para utilizar las redes sociales?

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) otorgó la facultad a los Estados miembros para establecer una edad inferior a 16 años para considerar lícito el tratamiento de sus datos personales basado en su consentimiento, siempre y cuando dicha edad no fuera inferior a 13 años. A raíz de esto, España estableció, con la nueva Ley Orgánica 3/2018 de 5 de diciembre, de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD), el límite de edad en los 14 años.

Es decir, la ley nos dice que un mayor de 14 años podrá consentir por sí mismo acerca del tratamiento de sus datos. Esto significa que puede abrirse un perfil en las redes sociales, si bien sabemos que a veces lo hacen antes, pues no es muy difícil falsear esta información. 

Es por ello que, cuando comienzan a decidir sobre su actividad en la red, hay que adoptar ciertas precauciones. Ocultar la geolocalización, meditar todo lo que se publica, no compartir datos sensibles o eludir indicar nombres y apellidos completos son solo algunas de las medidas que la experta de Entelgy Innotec Security recomienda tomar. Por último, hay un detalle que en muchas ocasiones se pasa por alto; esto es, la presencia de otros menores de edad en las imágenes que se comparten. “Es necesario recordar que, sin el consentimiento previo de la madre, padre o tutor, esta sería una práctica ilegal”, concluye.

A continuación, recopilamos algunos de los medios que han recogido las recomendaciones de la consultora de protección de datos:

 

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